Sucede
con cierta frecuencia que caigo bajo el embrujo de alguna película que es
visceralmente odiada por crítica y público, y, sin embargo, por culpa de ese
embrujo que comento, siento que se está produciendo una injusticia de
dimensiones bíblicas, ya que bajo mi modesto punto de vista esa determinada película
es magnífica y no debería ser tan vilipendiada como lo es. Sirva esta pequeña
introducción como arranque de la primera entrada de una sección dentro del blog
que he dado en llamar "Odiadas... pero magníficas".
Y empezamos
con una película relativamente reciente, que tuve ocasión de ver en el pasado
Festival de Sitges, donde tuvo una recepción más bien fría y fue masacrada por
la crítica y despreciada por el público. Estamos hablando de El hombre de las sombras (The Tall Man), dirigida por Pascal
Laugier y protagonizada por Jessica Biel.
Pues
bien, creo que lo que escribí entonces es igual de válido para ahora:
"Obra maestra. Pues sí. Aunque sólo sea
por el irreverente y subversivo mensaje que anida en la película y que atenta
contra una de las sagradas instituciones de la sociedad contemporánea (la
familia, que diría don Vito Corleone); aunque sólo sea por ofrecernos la que
es, sin duda, la mejor interpretación de Jessica Biel hasta el momento, que aquí
demuestra y confirma ser una magnífica actriz; y aunque sólo sea por venerar la
obra de Pascal Laugier, autor de la magistral Martyrs (no estrenada ni editada en DVD por
estos lares, por cierto), aquí en un registro muy alejado, del que quizás
algunos puedan acusarle de haberse plegado a un cine más estándar y comercial,
pero donde demuestra todo el talento cinematográfico que atesora en, por
ejemplo, ese estupendo arranque de la película, donde el personaje de Jessica
Biel intenta hacer que regrese a la vida un recién nacido que parece muerto,
todo contemplado por el espectador a través de un poético travelling hacia el cristal de la puerta donde
distinguimos borrosa la silueta de ella. Oscura y potente película."
Poco más me queda por añadir. Quizá ese
majestuoso primer plano de Jessica Biel, ya hacia el final de la película,
donde el personaje al que da vida insiste en que, entre sus principales
motivaciones para hacer lo que hace, se encuentra el inevitable hecho de que el
sistema (entendamos por tal el gobierno que habitualmente nos desgobierna, ya
se aquí, en Estados Unidos o en China) no funciona, y como el sistema no
funciona, hay que tomar medidas. Es una escena potente, una interpretación magnífica,
un mensaje subversivo, revolucionario, no apto para muchos por la potencial
capacidad para resquebrajar instituciones sagradas.
Creo que el principal enemigo de "El
hombre de las sombras" ha sido la (descabellada) idea de tratar de
venderla como una película de terror. Pero, por otro lado, ¿cómo clasificarla? ¿Drama
oscuro? ¿Thriller dramático? ¿Drama-político-social? Entiendo que la campaña se
haya podido hacer en ese sentido... pero entiendo aún más a los que pagan su
entrada por ver lo que se les promete (terror) y después se sienten
decepcionados por lo visto en pantalla.
Animo a los que aún no han visto esta película
a que le den una oportunidad, ahora que ya está disponible a través de diferentes
medios. Es una obra que, además, genera debate. Y si al final resulta que no
están de acuerdo con lo que aquí comento, no se preocupen, quizá, después de
todo, la culpa la tenga el embrujo.
©José Luis Ordóñez, agosto 2013
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