lunes, 31 de marzo de 2014

Afilado como un blues a medianoche


¿Dónde reside la deliciosa atracción de ubicar la acción de una novela en una época pasada, con personajes reales que interaccionen con la ficción creada? Quizá en el ansiado deseo del propio autor por vivir un momento que ya no le pertenece, que tal vez nunca lo hizo, ya fuese por ubicación geográfica o momento temporal, y que, sin embargo, por un motivo u otro siempre ha formado parte de él, un inevitable leitmotiv a lo largo de los años, un deseo forjado desde la niñez o la adolescencia, una ambición lograda, por fin, gracias a la creación de una novela.


En “Afilado como un blues a medianoche” (Salto de Página, 2013), Javier Márquez Sánchez nos ofrece un collage de historias donde resalta su pasión hacia la música y el cine en una determinada época, todo visto a través del protagonista, un Eddie Bennett que dedica su tiempo a resolver los problemas de la gente que solicita sus servicios, en un sendero vital que comparte con personajes reales como Dean Martin, Frank Sinatra, Sammy Davis Jr. y un largo etcétera de estrellas que se aglutinan en torno a conspiraciones y jugosas anécdotas reales, todo regado de manera precisa por Southern Comfort y otros licores capaces de alimentar el alma humana.

Quizá yo no sea el lector natural de esta novela, ya que he llegado a ella sin haber leído la primera y exitosa entrega de las andanzas de Eddie Bennett, “Letal como un solo de Charlie Parker”, también un título atractivo y sugerente, pero es evidente que eso no ha sido óbice para disfrutar de las aventuras del protagonista, con esas fantásticas y míticas noches en Las Vegas rodeado por el Rat-Pack o su presencia en uno de los rodajes del gran John Huston —junto a dos estrellas que firmaron sobre aquel celuloide su testamento vital, como Clark Gable y Marilyn Monroe, además de un Montgomery Clift ya abducido en una espiral autodestructiva que terminaría conduciéndole a la muerte—, todo alrededor de los movimientos sísmicos sociales y políticos que tuvieron lugar en el arranque de la década de los sesenta.

Hace unas semanas tuvimos ocasión de hablar con Javier en Canal Sur Radio y entonces destacó el aspecto más episódico y menos clásico de esta segunda entrega protagonizada por Eddie Bennett en comparación con la anterior. También profundizó en su afición a la música y dejó interesantes pinceladas sobre la aparición de un determinado personaje de origen gallego en el último tramo de la novela, aspecto que será familiar para todos los amantes del género, en un día en el que, por cierto, recibió la feliz noticia de ser uno de los nominados al II Premio de Novela Pata Negra.

Así pues, mientras se siga retrasando la esperada creación de esa máquina del tiempo que nos permita viajar a épocas alejadas de la que nos ha tocado vivir, “Afilado como un blues a medianoche” se convierte en una magnífica oportunidad para recrear ese mundo de fiesta y crimen, de lujo y oscuridad, de progreso y decadencia, y hacerlo junto a iconos del mundo de la música, del cine, de la política, en una novela negra que enaltece el a menudo olvidado carácter lúdico que emana de las buenas lecturas.




jueves, 27 de marzo de 2014

Objetivo: rodar un corto


En una nueva colaboración con la revista "Mirador" (marzo 2014) escribo un pequeño artículo sobre el mundo del cortometraje hecho en estas tierras del Sur. Obviamente, y para que nadie se enfade, hay que decir que son todos los que están pero no están todos lo que son. Vivimos en una tierra prolífica en talento, que rueda aquí o rueda fuera, y eso nos enriquece a los que disfrutamos viendo cine, haciendo cine o hablando y escribiendo de cine. 



Y, por cierto, aunque en el artículo se hace referencia al episodio I, fue el episodio II de Star Wars, El Ataque de los Clones, la película que se rodó en el Parque de María Luisa durante un caluroso fin de semana sevillano. Así, George Lucas tuvo ocasión de darse un baño de multitudes gracias a todos los curiosos y fanáticos del mundo galáctico que decidieron acercarse para ver de cerca cómo se rodaba una breve escena.


Como digo en el texto, contar una historia es un proceso cargado de magia, pero, además, transformarla en un corto o un largometraje se convierte en una aventura de dimensiones épicas donde hay que luchar contra tormentas y caimanes que suelen entorpecer el camino. Por ello, el resultado final alcanza un gran valor cuando se comprueba que el esfuerzo de todo un equipo ha servido para poner en imágenes una historia que antes sólo existía en el papel.

Pequeños milagros, vaya.







viernes, 14 de marzo de 2014

Nuevo book-tráiler de la novela


Aprovechando que "Madera podrida con un clavo oxidado" cumple un año en el mercado, dejo aquí el link a un nuevo book-tráiler que contiene breves fragmentos de algunas reseñas e imágenes que comprimen el espíritu de la novela. Espero que os guste.



martes, 11 de marzo de 2014

Presentación de "Tres cuentos de Nueva York"


Coincidiendo con el aniversario de la muerte del genial director neoyorquino Stanley Kubrick (ya hace quince años que nos dejó el autor de obras como “Senderos de Gloria” o “Eyes Wide Shut”), estuve el viernes pasado ejerciendo labores de presentador en el bautismo de “Tres cuentos de Nueva York” (M.A.R. Editor), un heterogéneo libro que contiene relatos de tres autores con muy diferentes estilos aunque con evidentes coincidencias temáticas. Así, Fernando Ampuero, Elena Marqués y Juan Guerrero nos invitan a pasear por la ciudad de Nueva York, recorriendo lugares clásicos que, aunque jamás hayamos pisado la Gran Manzana, nos serán familiares gracias al cine y la literatura, y nos encenderán el deseo de no sólo cruzar el charco y visitar, por ejemplo, Manhattan, sino también de escribir sobre esa ciudad que nunca duerme y que aglutina lo mejor y lo peor del ser humano.


Tras un breve y afilado prólogo de Miguel Ángel de Rus (“Nueva York es la gran puta de Occidente…”) que ya nos invita y anticipa ciertos aspectos de las historias que vienen a continuación, entramos de lleno en el contenido del libro. “Una pasión del espíritu”, de Fernando Ampuero, nos relata con pulso maestro la historia de un pintor con una afición de lo más irreverente y, sin embargo, justificada desde su particular punto de vista. En “En blanco y sangre y gris. Y en imperfecto” (un título que ya anticipa el tono de la historia), de Elena Marqués, viajamos junto a un fotógrafo por escenarios clásicos de Nueva York, en una historia que hace referencia, por ejemplo, a “la función higiénica del asesino” o al hecho de que “su enfermedad es de exceso de creatividad”, y donde se construye de manera excelente un personaje cargado de matices. Last but not least, en “Asfixia”, de Juan Guerrero, nos sumergimos en la mente torturada del periodista protagonista, que nos lleva por un recorrido donde se aprecian similitudes con el universo más onírico y brillante de David Lynch, hasta llegar a la sensación ya anticipada desde el título.


La presentación de un libro es una celebración, y una celebración necesita de público para ser completa. En este sentido hay que decir que el pasado viernes ese ansiado público abarrotó la sala de La Carbonería en Sevilla, escuchó de manera atenta lo que tuvimos que decir los presentes en la mesa (de los autores sólo faltó Fernando Ampuero) y finalmente se decidió a hacer algunas preguntas que los escritores que tenía a mí lado respondieron con el placer que uno siente al hablar con orgullo de su criatura, literaria en este caso.


¿Faltó algo? Teniendo en cuenta la presencia de un piano en las cercanías, hubiera estado bien la asistencia de un pianista y Carey Mulligan, para así cantar esta brillante y decadente versión del mítico tema “New York, New York” (procedente de "Shame" dirigida por Steve McQueen, ahora de intensa presencia en los medios de comunicación por los premios a "12 años de esclavitud"), una canción, recordemos, compuesta para la película de idéntico título que rodó Martin Scorsese a finales de los setenta, popularizada por Liza Minelli y, después, por Frank Sinatra.


Ahora “Tres cuentos de Nueva York” continúa su paseo literario por las librerías de toda España. Quien se quede con ganas de más, ahí tiene la bibliografía de Fernando Ampuero para seguir sumergiéndose en su narrativa; la novela “Excéntrico” para disfrutar en versión larga del universo que propone Juan Guerrero; y a lo largo de este 2014 se publicará “La nave de los locos”, de Elena Marqués, reciente ganadora del VIII Premio Vivendia-Villiers de Relatos.