Coincidiendo con el aniversario
de la muerte del genial director neoyorquino Stanley Kubrick (ya hace quince
años que nos dejó el autor de obras como “Senderos de Gloria” o “Eyes Wide
Shut”), estuve el viernes pasado ejerciendo labores de presentador en el
bautismo de “Tres cuentos de Nueva York” (M.A.R. Editor), un heterogéneo libro
que contiene relatos de tres autores con muy diferentes estilos aunque con evidentes
coincidencias temáticas. Así, Fernando Ampuero, Elena Marqués y Juan Guerrero
nos invitan a pasear por la ciudad de Nueva York, recorriendo lugares clásicos
que, aunque jamás hayamos pisado la Gran Manzana, nos serán familiares gracias
al cine y la literatura, y nos encenderán el deseo de no sólo cruzar el charco
y visitar, por ejemplo, Manhattan, sino también de escribir sobre esa ciudad
que nunca duerme y que aglutina lo
mejor y lo peor del ser humano.
Tras
un breve y afilado prólogo de Miguel Ángel de Rus (“Nueva York es la gran puta
de Occidente…”) que ya nos invita y anticipa ciertos aspectos de las historias
que vienen a continuación, entramos de lleno en el contenido del libro. “Una
pasión del espíritu”, de Fernando Ampuero, nos relata con pulso maestro la
historia de un pintor con una afición de lo más irreverente y, sin embargo,
justificada desde su particular punto de vista. En “En blanco y sangre y gris.
Y en imperfecto” (un título que ya anticipa el tono de la historia), de Elena
Marqués, viajamos junto a un fotógrafo por escenarios clásicos de Nueva York,
en una historia que hace referencia, por ejemplo, a “la función higiénica del
asesino” o al hecho de que “su enfermedad es de exceso de creatividad”, y donde
se construye de manera excelente un personaje cargado de matices. Last but not least, en “Asfixia”, de
Juan Guerrero, nos sumergimos en la mente torturada del periodista protagonista, que nos lleva por un recorrido donde se aprecian similitudes con el universo
más onírico y brillante de David Lynch, hasta llegar a la sensación ya anticipada
desde el título.
La
presentación de un libro es una celebración, y una celebración necesita de público
para ser completa. En este sentido hay que decir que el pasado viernes ese ansiado público abarrotó la sala de La Carbonería en Sevilla, escuchó de manera
atenta lo que tuvimos que decir los presentes en la mesa (de los autores sólo
faltó Fernando Ampuero) y finalmente se decidió a hacer algunas preguntas que
los escritores que tenía a mí lado respondieron con el placer que uno siente al
hablar con orgullo de su criatura, literaria en este caso.
¿Faltó
algo? Teniendo en cuenta la presencia de un piano en las cercanías, hubiera
estado bien la asistencia de un pianista y Carey Mulligan, para así cantar esta
brillante y decadente versión del mítico tema “New York, New York” (procedente de "Shame" dirigida por Steve McQueen, ahora de intensa presencia en los medios de comunicación por los premios a "12 años de esclavitud"), una
canción, recordemos, compuesta para la película de idéntico título que rodó Martin
Scorsese a finales de los setenta, popularizada por Liza Minelli y, después,
por Frank Sinatra.
Ahora
“Tres cuentos de Nueva York” continúa su paseo literario por las librerías de
toda España. Quien se quede con ganas de más, ahí tiene la bibliografía de
Fernando Ampuero para seguir sumergiéndose en su narrativa; la novela “Excéntrico”
para disfrutar en versión larga del universo que propone Juan Guerrero; y a lo
largo de este 2014 se publicará “La nave de los locos”, de Elena Marqués,
reciente ganadora del VIII Premio Vivendia-Villiers de Relatos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario