martes, 31 de marzo de 2020

Póker de CINE (3)


Ver en 2020 "Impacto", un largometraje de 1981 (la traducción al español de "Blow out" nos impide la referencia a "Blow up" de Antonioni), es la constatación de un cine que ya no se hace: es un thriller, sí, pero se toma su tiempo para presentar y desarrollar personajes (un Travolta condenado desde el comienzo a encontrar el grito perfecto para esa low budget movie en la que trabaja), y es una película de Brian De Palma, esto es, un señor capaz de darle protagonismo a lo audiovisual por encima de cualquier cosa. Hay escenas y momentos memorables: la conclusión, que no revelaremos aquí para evitar el temido destripe; Travolta comprobando en su oficina que alguien ha husmeado en su material, con una secuencia mareantemente brillante; esos planos detalle y generales enfocados en el mismo encuadre; la cámara lenta con la música de Pino Donaggio a toda máquina; los planos cenitales, justificados e hipnotizantes; los trávelin circulares... ¿En definitiva? El talento de la técnica y el manierismo audiovisual al servicio de una buena historia donde un técnico de sonido cree descubrir un asesinato. Además del propio Travolta, muy alejado aquí de su explosiva irrupción bailonga y musical pocos años antes en el mundo del cine, también destacan Nancy Allen, que venía de trabajar con el propio De Palma en "Vestida para matar" y, de manera más breve, dos secundarios siempre inmensos: Dennis Franz y John Lightgow.


Nos ha dejado Stuart Gordon, el director de esta pequeña joya macabra de los 80, rodada exclusivamente en interiores y con secuencias memorables (de humor y terror), desde los créditos que parodian sin tapujos la banda sonora de "Psicosis" hasta el cierre con ese líquido verde en jeringuilla dispuesto a... reanimar, claro. Llegó a trabajar con David Mamet en un montaje de "Sexual Perversity in Chicago" y fue director en la serie de televisión "Masters of Horror" de Mick Garris. Tuve ocasión de asistir a una master class suya en Sitges hace años. Divertida y estimulante. Buen tipo.


Película que demuestra lo saludable que es quedarnos en casa en estos tiempos, frente a la imprudencia de salir al exterior. En el ámbito cinematográfico, la estructura es el músculo que da fuerza a este largometraje australiano escrito y dirigido por Damien Power; también la dosificación de información, el montaje de escenas, que provoca preguntas y genera interés, y, finalmente, el conflicto inesperado, aunque natural, entre los personajes principales. Obra que demuestra que siempre hay una nueva forma de aproximarse a una historia mil veces contada; se disfrutó (y sufrió, según se mire) en festivales como Sundance o Sitges.


Las películas de Sherlock Holmes con Basil Rathbone y Nigel Bruce son una delicia; más allá de si son mejores o peores, tienen un encanto derivado del blanco y negro, los decorados y las tramas (más o menos inocentes). "Sherlock Holmes en Washington", dirigida por Roy William Neill en 1943 y quinta de las catorce que componen esta saga, lleva al mítico detective a América, tal y como subrayaba la publicidad de la época, y, entre otras cosas, demuestra que tan solo unas cerillas son capaces de mover la historia hasta un final de lo más satisfactorio, que, por cierto, incluye una escena en coche, con entrañable transparencia del Capitolio de Washington, donde Holmes recita unas palabras del mismísimo Winston Churchill. Estábamos en plena Segunda Guerra Mundial.









lunes, 30 de marzo de 2020

#TEATROPARAUNACRISIS / "DRÁCULA en su CASTILLO"


Una serie de autores (Rafael Portillo, Alfonso Zurro, Antonio Estrada...) y autoras (Carmen Pombero, Mercedes León, Isabel Martín Salinas...) hemos participado en la propuesta del Centro de Investigación y Recursos de las Artes Escénicas de Andalucía para escribir obras breves que, de algún modo, estén relacionadas con la crisis del COVID-19. Cada uno, a su manera, ha elaborado su propia historia, que ahora pueden disfrutar en la página web del centro. Mi propuesta lleva por título "Drácula en su castillo", y cuenta con portada e ilustraciones de Álvaro Delso.

"DRÁCULA en su castillo"

viernes, 27 de marzo de 2020

Día Mundial del TEATRO 2020


La crisis del COVID-19 ha llegado de manera inesperada para todos. También para el teatro, claro. Qué extraño celebrar un "Día mundial del teatro" con librerías y teatros cerrados. Sin embargo, aún podemos seguir leyendo y escribiendo teatro en casa: imaginar nuevas historias, leer apasionantes clásicos o, tal vez, recuperar algunas representaciones en televisión o de manera on-line. Sirva como recuerdo el escaparate que librería Picasso en Granada montó hace justo dos años, con nuestro libro "Siete piezas de teatro breve" (El Sendero, 2017) en ilustre compañía, y las palabras del dramaturgo Shadim Nadeem en su mensaje para el día mundial del teatro de este 2020: "(...) Necesitamos luchar contra la apatía, el letargo, el pesimismo, la avaricia y el desprecio por el mundo en que vivimos, por el planeta en el que vivimos. El teatro tiene un papel, un papel noble, debe dinamizar y hacer avanzar a la humanidad, ayudarla a levantarse antes de que caiga en un abismo(...)". Antes, ahora y siempre. 




martes, 24 de marzo de 2020

Póker de CINE (2)


Si uno empieza a ver "El silencio de los corderos" está condenado a terminarla. Da igual que la hayas visto antes treinta veces porque, al final, como sucede con el buen cine y los buenos libros, uno se olvida de la técnica, del artificio, y queda sumergido en la historia. En las buenas historias. Como debe ser. Hay muchas cosas que destacar en este largo de Jonathan Demme: la dirección (esos subjetivos, esos trayectos al encuentro de Lecter...), el guion (cómo dosifica la presencia de los villanos, cómo estructura toda la historia... y cómo nos engaña), la banda sonora (Howard Shore nos agarra del pescuezo desde los créditos iniciales y no nos suelta hasta el final) y los actores (qué decir de Foster, Hopkins, Glenn, Levine...). No todo el mundo recuerdo los cameos: Chris Isaak y Roger Corman en papeles brevísimos pero con frases. Y ese final: "I'm having an old friend for dinner". Maravilloso Lecter en la última conversación telefónica, con el sombrero blanco y el paseo que le conducirá, sin duda, a un sabroso encuentro. Extraordinaria.


La primera época de John Landis es magnífica. Ahí encontramos, por ejemplo, la estupenda "Cuando llega la noche" (1985), con un Jeff Goldblum que parece nacido para interpretar a ese insomne infeliz en su matrimonio que, ojo, salva la vida a una deslumbrante Michelle Pfeiffer, perseguida por cuatro tipos con ganas de matarla (entre ellos, el propio Landis). Multitud de actores conocidos en papeles breves (Dan Aykroyd, Richard Farnsworth, Vera Miles, Irene Papas...), y cameos insólitos, como los de los guionistas Lawrence Kasdan ("En busca del arca perdida") o Carl Gottlieb ("Tiburón") y los directores Roger Vadim o David Cronenberg, entre otros. Comedia de corte clásico, con acción y sangre desprejuiciada, que te deja con buen sabor de boca y te lleva a querer recuperar otros clásicos de Landis de la época, como "Desmadre a la americana", "The Blues Brothers" o "Un hombre lobo americano en Londres". 


Es un wéstern donde en lugar de diligencias y caballos hay vehículos a motor, es cine negro en color donde las réplicas y contrarréplicas buscan el ingenio en medio del artificio, es una película de capa y espada donde predominan las chupas de cuero y las navajas, es un musical con canciones que funcionan como secuencias de conciertos, es una película de 1984 con Willem Dafoe, Diane Lane y Michael Paré. Walter Hill, su director y co-guionista, es honesto y desde el comienzo ya planta lo que vamos a presenciar: un espectáculo cool, de rock (no solo musicalmente hablando) y violencia llameante, de princesas secuestradas y héroes solitarios, de barman punk (inolvidable Bill Paxton) y heroínas inmensas (Amy Madigan, que se llevó el premio a mejor actriz en el Sitges de aquel año) y alguna sorprendente aparición, como la de Ed Begley Jr. ¿En definitiva? "Calles de fuego" es una película única, ajena a todo lo demás, con una personalidad arrolladora y unos fotogramas que te arrastran a una deliciosa fábula rockera, tal y como rezaba el propio slogan, lo que constituye, sin duda, una de las grandes películas de Walter Hill.


Película en blanco y negro, con inevitable encanto y un cierto aire beatlemaníaco en la banda sonora que delata su fecha de producción, en el arranque de la década de los 60, "El tren de las 4:50", dirigida por George Pollock sobre la novela de Agatha Christie, se ve con agrado: uno asiste con placidez al crimen (desde un tren hacia otro tren), el plan que idea y ejecuta Miss Marple, el desfile de sospechosos y el desenmascaramiento final del culpable. Mi mayor problema con este largometraje quizá resida en que, cada vez que veo a la protagonista, una estupenda Margaret Rutherford, no puedo evitar el pensamiento de que, en realidad, no es ella, sino el camaleónico Alec Guinness disfrazado de mujer, en un nuevo y arriesgado tour de force.




domingo, 22 de marzo de 2020

GENTE de ANDALUCÍA se queda en CASA


Como todos, también "Gente de Andalucía" (Canal Sur Radio) se queda en casa, porque hay que ser responsables y solidarios, y desde casa seguimos haciendo radio. Aquí les dejo con un breve vídeo del equipo que he editado. A cuidarse tod@s.


domingo, 15 de marzo de 2020

AUDIO RELATO para escuchar EN CASA

Ahora que estamos todos recluidos en nuestras casas, tratando de que pase lo antes posible la crisis del coronavirus, comparto por aquí una de mis narraciones de "Exorcismos" (Extravertida, 2019), en versión audio relato. Para escuchar, y disfrutar, EN CASA.




jueves, 5 de marzo de 2020

Póker de CINE


La versión de 1952 de "El prisionero de Zenda" sigue siendo una delicia: el tono elegante de humor y aventura, colorido, el juego maravilloso del doble, la misión imposible que encomiendan al bueno de Stewart Granger, un turista que de repente se ve en una situación imposible, la frialdad y aristocracia de Deborah Kerr y la fantástica dirección de Richard Thorpe que, como todos sabemos, y a poco que uno repase su filmografía, era de todo menos lo que de forma malévola parece sugerir en castellano su apellido. Eso sí, lo que me gana de esta película, hoy y cuando la vi por primera vez hace treinta años, es el extraordinario villano que compone el gran James Mason, que, con pocos minutos de presencia en el metraje, es capaz de robar escenas sin despeinarse, mirar como nadie, soltar diálogos con maestría y empuñar la espada con endiablada habilidad. Y, sorpresa, escapa vivo. Hoy habrían hecho una secuela de su personaje, tal vez un spin-off, quizá una serie de televisión. Como la rodaron a mitad del siglo pasado, eso nunca sucedió. Pero sí podemos jugar a imaginar qué nuevas villanías tendría por delante Mr. Mason. Seguro que muy, muy divertidas.


Aquí titulada "El fotógrafo del pánico" (esa inventiva tan española a la hora de traducir...), "Peeping Tom" es una película adelantada a su tiempo que nos pone en las suelas de un psicópata dentro del mundo del cine y no da respiro: tan incómoda como brillante, y con deliciosos momento de humor (Psiquiatra: ¿Y a qué se dedica usted? / Tom: Soy foquista / Psiquiatra: Como yo... ). El color, el uso del punto de vista y los traumas heredados dejan huella en el espectador y en cineastas posteriores.


Curiosa e interesante película de suspense de Arthur Penn estrenada en los 80s, con Mary Steenburgen de protagonista absoluta; eso sí, una vez vista, da la sensación de que el actor que mejor se lo pasó en el rodaje fue Roddy McDowall.


En 1959 el director de cine John Ford estrenó una película en la que un ferroviario (John Wayne) y un matasanos (William Holden), ahora miembros del ejército de la Unión -el primero como coronel y el segundo como médico-, se ven forzados a trabajar juntos en una misión a pesar de representar posiciones antagónicas. Como muchas películas de Ford, la temática se mueve entre el honor, la lealtad, la amistad y las misiones encomendadas (misiones que, a menudo, tienen menos peso que la fuerza de sus personajes). Hay momentos para el humor, el drama, la épica... incluso para un final maravilloso que uno casi hubiera deseado que continuara (pero no, no hace falta, porque es perfecto tal y como es, aunque hoy se antoja que sería imposible, porque nos hubieran llevado a un acto final con más batallas y batallas). Que Holden y Wayne borden sus papeles no es ningún descubrimiento; que el personaje (una sureña, opuesta por tanto también a Wayen y Holden) que interpreta de manera luminosa Constance Towers amplíe y diversifique de manera brillante la temática y la trama, tampoco; sorprende, eso sí, que la película fuera un fracaso en taquilla y no entusiasmara a la crítica porque "Misión de audaces" (en un nuevo alarde creativo de nuestros distribuidores, ese fue el título en español del original "The horse soldiers") es tan brillante como aparentemente sencilla, donde la rivalidad entre un antiguo ferroviario y un matasanos desemboca en un apasionante wéstern enmarcado en la Guerra de Secesión.



lunes, 2 de marzo de 2020

Estrenos de CINE y especial por el Día de ANDALUCÍA

El pasado sábado tuvimos ocasión de hablar de mucho CINE en Canal Sur Radio (estrenos, noticias, recomendaciones, homenajes, etc.) y también de dedicar un especial al cine rodado en Andalucía. Por aquí lo tienen: