jueves, 1 de agosto de 2013

GUERRA MUNDIAL Z: UN DESIGUAL 2X1

Aprovechando que se estrena ahora "Guerra Mundial Z", esa película de zombies protagonizada y producida por un melenudo y barbado Brad Pitt, reanudo la actividad en el blog, algo abandonado en los últimos tiempos a causa de viajes y trabajo, pero esperando que esta entrada sirva para darle el impulso suficiente que me permita una mayor regularidad en el siempre apasionante acto de escribir.



            La verdad es que tenía bastante curiosidad por ver en pantalla grande esta historia de muertos vivientes y comprobar si todo lo que había leído de ella hasta el momento era cierto. A saber, el desastroso resultado del montaje final, la mala relación entre Marc Forster (el director) y Brad Pitt (la estrella), la paralización de la producción durante semanas con la consiguiente contratación de nuevos guionistas para reescribir el desenlace de la historia... y demás catástrofes no demasiado habituales en producciones de esta envergadura (se rumorea que el presupuesto final ha estado por encima de los 300 millones de dólares).

            Pues bien, sin haber leído la novela de Max Brooks en la que se basa (y por tanto no poder articular esa tan odiosa y absurda comparación que muchos se empeñan en hacer entre dos artes tan diferentes como el cine y la literatura), hay que decir que las consecuencias del accidentado rodaje se manifiestan en todo su esplendor. Si en los primeros dos tercios de película nos vemos obligados a sufrir la falta de solvencia de Marc Forster en las escenas de acción (recordemos, director también de Quantum of Solace, uno de los peores Bond jamás rodados), donde el punto fuerte viene dado por las escenas que ya nos sabemos de memoria y han sido repetidas hasta la saciedad en los diferentes tráilers (la montaña de zombies que se va formando, las hordas que inundan las ciudades...), en el último acto del film se aprecia un cambio radical en relación a lo visto con anterioridad. Aplicándose la máxima de menos es más (excepción hecha de la escena del avión, claro), parece que de repente hay un cambio en el desarrollo de la acción, ahora más intimista, cargada de detalles y con una dirección que ahora sí atiende, cuida y mima la planificación, tratando de engarzar de manera coherente todo lo visto anteriormente.

            El resultado final, como se deduce, es que estamos ante una película irregular que, sin embargo, deja un buen sabor de boca por el buen hacer del último tramo, de una inusual modestia a nivel de producción que sorprende tratándose de un blockbuster, y una eficacia que nos remite al mejor cine de serie B rodado en los 70 y 80.

          Es, por tanto, fácil de adivinar que ese último tercio ha sido dirigido por alguien diferente a Marc Forster, o que ha sido el propio Forster, recuperado el buen sentido de la planificación del que ya hizo gala en Monster's Ball. Por todo ello, podemos decir que tenemos dos películas en una, si bien se enlazan elementos argumentales de peso para darle darle unidad y una fuerza que, sinceramente, uno no se esperaba durante la proyección.

           Y sí, es una película de zombies, pero no es realmente una película de zombies. Es más bien una película de catástrofes. Aquí los zombies no tienen la cercanía ni la visceralidad del Amanecer de los muertos o de 28 días después (perdón, aquí no eran zombies sino infectados), y tampoco encierra situaciones dramáticas de peso como las de la serie de TV The Walking Dead. Y, por supuesto, no ambiciona la crítica social que suele aportar George A. Romero.

            Respecto a los últimos estrenos, Guerra Mundial Z me ha parecido una propuesta más interesante que la aburrida y previsible Man of steel, pero menos divertida, eso sí, que la trepidante segunda entrega de Star Trek, y, sin llegar, obviamente, a la grandeza de Antes del anochecer, sin duda la mejor película de un verano en el que, un año más, M. Night Shyamalan ha pasado desapercibido. Quizá sea el momento de que el autor de Señales se atreva con una de zombies.


©José Luis Ordóñez (texto), agosto 2013


2 comentarios:

  1. Jose, me alegra mucho que hayas vuelto a retomar blog, un gustazo leer tu crítica.

    En la cartelera del Albeniz vi ayer Antes de anochecer, con lo que dices estoy deseando de ir a verla.

    Abrazos

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  2. Es un gustazo, una rareza, una pequeña joya... Como digo en el post, que Antes del anochecer se haya estrenado es... fantástico. Espero que la disfrutes. Un abrazo!

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