lunes, 5 de agosto de 2013

CUESTIÓN DE ESTILO


Reencontrarse con La Senda Tenebrosa es un delicioso placer cinéfilo que te recuerda la importancia de un uso adecuado de la cámara. Para el (buen) director siempre hay una plano determinado para cada momento, y si no es ese el utilizado, ya se aleja de su visión de la historia, de lo que desea transmitir al espectador, de su narración, de su estilo. Delmer Daves, el director, hace aquí un uso magnífico de la cámara, empezando por la arriesgada decisión de adoptar el punto de vista del fugitivo protagonista durante gran parte del metraje, y más teniendo en cuenta que eso supone prescindir del rostro de una estrella del momento como Humphrey Bogart.



Ayer pasaron por alguna cadena de televisión que ahora no recuerdo Atrapado  por su pasado, el reencuentro de Al Pacino y Brian de Palma tras El precio del poder. Había empezado hacía una media hora. ¿Y qué sucedió? Pues que, aunque es una película que ya he disfrutado en numerosas ocasiones, es absolutamente imposible dejar de verla. El talento visual de Brian de Palma te seduce continuamente, ya sea en escenas con acción trepidante o en otras de atmósfera romántica. Es un placer ver una película de alguien que sabe lo que quiere, que lo aplica a la historia que cuenta en ese momento, que, como hemos señalado, tiene estilo.


Justo como Delmer Daves en La Senda Tenebrosa. Pero, hablando de estilo, no olvidemos a Lauren Bacall, aquí de nuevo haciendo pareja con Bogey, fotografiada con mimo en un delicioso blanco y negro, iluminando una película que ya se ha convertido en un clásico del cine negro.




©José Luis Ordóñez (texto), agosto 2013

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