Hace treinta años disfruté de
“Regreso al futuro” en el mítico cine Aliatar de Granada, cuando aún era una gran sala
tradicional, antes de convertirse en multicines y mucho antes de desaparecer
engullido por la maquinaria del centro comercial que es hoy. Ayer, 21 de
octubre de 2015, fecha mítica en la saga dirigida por Zemeckis y producida por
Spielberg a la que viajan al futuro en la segunda parte de la trilogía los
personajes de Marty McFly y Doc Brown, tuvimos ocasión de disfrutar, de nuevo,
de la primera entrega en el Avenida 5 Cines de Sevilla, en una sala completamente llena,
igual que la de Granada estuvo hace tres décadas.
Y hay que decir que los años
han tratado bien a la película: ritmo endiablado, guión preciso como una
maquinaria de relojería, dirección inspirada y eficaz, banda sonora mítica y
reparto en estado de gracia, con mención especial para Crispin Glover, que
interpreta al padre del protagonista, en una de esas raras composiciones que, traspasando la barrera del tiempo, dejan huella y provocan la carcajada continua en públicos de diferentes generaciones. En definitiva, una
pequeña joya de aventuras y viajes temporales que nos regaló la mágica década
de los ochenta y que, afortunadamente, y como se pudo comprobar ayer viéndola
en pantalla grande, sigue en plena forma.
Finalmente, hay que destacar, cómo no, que
además de la fiebre desatada en redes sociales recordando tal efeméride, Jimmy
Kimmel marcó ayer un hito al recuperar a los dos actores principales de la
saga, Michael J. Fox y Christopher Lloyd, para su programa, interpretando una
vez más a los personajes que dieron vida en “Regreso al futuro”. Es, desde ya,
historia de la televisión. Aquí lo tienen:
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