-BLADE RUNNER 2049. La secuela más
esperada del año se convierte por derecho propio en la más acertada y espectacular.
Muchos esperaban una repetición de la obra maestra de Ridley Scott o, tal vez,
un producto de entretenimiento de masas, pero Denis Villeneuve nos ofrece una
historia independiente que sí conecta con el original para al mismo tiempo
tener entidad propia. La soledad, la incomunicación, el poder y la inteligencia
artificial son temas que se tratan en una historia donde el personaje más amable
y sentimental es un holograma y el rostro más humano (sea replicante o no) el
de un Harrison Ford soberbio que, desde su aparición más allá de la mitad del
metraje (surgiendo de las penumbras y recitando un pasaje de “La isla del
tesoro”, de Stevenson), demuestra por qué es uno de los actores más carismáticos
de la historia del cine. El último plano de la película le pertenece: su rostro
avejentado, con una expresión contenida de satisfacción, que mira a través de
un cristal, es maravilloso. Podría ser un cierre de altura a la carrera de
Harrison Ford, capaz de expresar con lo mínimo, un gesto sutil o una mirada, lo
máximo. Magistral.
-WONDER WHEEL. Es un lujo vivir
en una época donde Woody Allen estrena una película al año en salas de cine.
Aquí se repiten temas y tramas de otras obras (como corresponde a un artista
con marcada personalidad), pero son filtradas por la luz de Vittorio Storaro,
que hace magia con la iluminación. Un aspirante a escritor y dramaturgo, al que
da vida Justin Timberlake, narra la historia a cámara mientras trabaja como
socorrista en una playa de Coney Island. A partir de ese momento, Allen, Storaro y
el equipo de diseño y producción nos muestran en imágenes esa historia real con
pinceladas de una obra de teatro… sin perder el sentido cinematográfico, y
donde esa artificiosidad lumínica moldea la trama. Kate Winslet, sublime, nos
ofrece uno de los mejores papeles de su carrera.
-MOTHER! La última media hora de
“Mother!” es lo más cercano a una pesadilla transformada en imágenes: tiene esa
irracionalidad, esa obsesiva e inevitable continuidad en la acción, con
vínculos a diferentes textos e imaginarios, como toda la película en realidad,
que la hacen una obra única, arriesgada y, sin duda, de lo mejor del año.
Jennifer Lawrence, magnífica, y del cast de
secundarios destacar el regreso de la siempre magnética Michelle Pfeiffer. Es,
sin duda, una película para odiar o amar a su director, Darren Aronofosky
-DUNKIRK. Cada película de
Christopher Nolan es un acontecimiento y, habitualmente, con razón. Aquí se
arriesga con una estructura innovadora y una banda sonora omnipresente para
demostrar que es uno de los grandes en la cinematografía actual, capar de aunar
éxito comercial y prestigio artístico. Un auténtico espectáculo audiovisual que
hay que ver en pantalla grande. Cuanto más, mejor.
-ALIEN: COVENANT. Ya comento que
“Prometheus”, más odiada que querida por la crítica, me pareció magnífica. Del
mismo modo, “Covenant”, que ha pinchado en taquilla, también lo es. Ridley
Scott combina aquí con asombrosa facilidad secuencias clásicas de acción y
terror con otras más ambiciosas artísticamente. La escena con los dos Fassbender
(recordemos, uno de los mejores actores que podemos disfrutar en cines) me
parece extraordinaria, arriesgada y algo que, en un blockbuster, sólo se puede permitir alguien como Scott. El
desenlace, magnífico.
-LA – LA – LAND. “Whiplash”, la película
anterior de Damien Chazelle, me pareció extraordinaria, y “La – La – Land” confirma
a un autor potente que aquí se acerca al musical clásico y ofrece momentos
verdaderamente maravillosos. Deliciosa pareja protagonista y buenas escenas
musicales, algunas espectaculares, la convierten en una de las películas del año pasado.
-KINGSMAN: EL CÍRCULO DE ORO. Lo
bueno de Matthew Vaughn es que hace lo que le da la gana. Se aleja de los
estereotipos, de lo que uno podría esperar del cine más comercial de acción y
nos ofrece un espectáculo original (a pesar de ser una secuela), violento y
cargado de humor (negro, claro). Muy irreverente. Una de las mejores escenas del año tiene lugar
en esta película, con Mark Strong como centro de atención ante la atenta mirada
de Colin Firth y Taron Egerton. Take Me
Home, Country Road pone la nota musical.
-ANNABEL: CREATION. Quizá el
mejor terror del año. Sin ser original (ni falta que hace), utiliza todos los
mecanismos y recursos a su alcance (de manera excelente) para ofrecernos un
largometraje que supera al original y nos deja con ganas de más. Ideal para
pasar miedo, es un ejemplo de planificación inteligente y habilidad en la dirección por parte de David F. Sandberg.
Estupenda.
-EL AUTOR. La fuerza y la
debilidad de esta película de Manuel Martín Cuenca es que, quizá, se atreve a
acercarse a demasiadas películas al mismo tiempo sin decidirse por ninguna de
ellas: el drama, el thriller, la comedia negra, costumbrista, etc. Resalta un
gran cast, encabezado por Javier
Gutiérrez, y secundado de manera magnífica por Antonio de la Torre, Adelfa
Calvo, Rafael Téllez, José Carlos Carmona… Sin duda, es de las favoritas para
la temporada de premios en España.
-THOR: RAGNAROK. Una inesperada
gozada. Taiki Waititi (autor de la magistral “Lo que hacemos en las sombras”)
nos ofrece aquí una de las mejores películas de la Marvel, muy por encima de
las dos entregas anteriores de Thor. Recupera un tono humorístico y lúdico
que encaja muy bien en el cine de acción, y parece retomar el espíritu del John
Carpenter de “Golpe en la pequeña China” (lo que demuestra que Carpenter
siempre ha sido un adelantado a su tiempo; su película pinchó en taquilla,
mientras que la de Waititi ha conquistado al público). Si quieren reírse
durante dos horas, esta es su película.
Y en esta ocasión, y sin que sirva de precedente, dos películas que no
entran en el TOP 10 pero que sí merecen ser comentadas:
-MÚLTIPLE. Qué quieren que les
diga. Tengo debilidad por Shyamalan. En mi opinión, ha escrito y dirigido tres
obras maestras: “El sexto sentido”, “El protegido” y “Señales”. Después su
carrera ha tenido altos y bajos (con algún socavón importante, todo hay que
decirlo), pero aquí me ha vuelto a conquistar. Y lo que hace al final del
metraje me parece pura magia. No dejen que nadie les filtre ese maravilloso desenlace.
Es, quizá, el spoiler del año.
-STAR WARS: THE LAST JEDI. Momentos
para el recuerdo en esta entrega (recordemos, escrita y dirigida por Rian
Johnson, autor de las magníficas “Brick” y “Looper”): la demostración de poder
del gran Jedi que es Luke Skywalker; la aparición de un viejo amigo en una escena sorprendente y emotiva; el cierre de
forma magnífica del arco que se abrió en la original “Star Wars” del 77 con los
dos soles; su última secuencia… esa escoba.
John Williams, en efecto, sigue siendo muy culpable del alcance emotivo de esta
saga. En un momento dado, Luke dice: “This is not going to go the way you think”.
Y, ¿saben? Les haya gustado o no, eso es algo que resume a la perfección este episodio VIII.
Algunas las he visto y tienes toda la razón. Me falta El escritor y la de Allen. Voy poniendo cruces a las que me faltan.
ResponderEliminarY añade "Wind River" que, aunque (inexplicablemente) no se ha estrenado en salas, es magnífica.
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