martes, 11 de mayo de 2021

Those who wish me dead (Taylor Sheridan, 2021)

Hay películas que no acaban de funcionar aunque parecen tener todos los elementos para ello: a veces puede ser una cuestión de guion, de montaje o, incluso, de duración. Todo esto parece suceder en "Aquellos que desean mi muerte", nueva película de Taylor Sheridan: la historia se hubiera beneficiado de una extensión mayor (quizá una miniserie para HBO), y así, por ejemplo, desarrollar personajes que apenas aparecen apuntados, como esos dos asesinos que encarnan Aidan Gillen y Nicholas Hault; el montaje en la primera parte de la película es apresurado, donde se suceden las acciones de manera demasiado evidente y previsible; y el guion carece de sutilidad, no permite que las potentes imágenes de los paisajes naturales (tan características del cine de Sheridan) hablen por sí mismas. Del resto de secundarios, salvo alguna excepción, indicar que pasan por el metraje sin tiempo de aportar otra cosa que no sea mera funcionalidad. Angelina Jolie cumple como protagonista de una película fallida, sí, pero muy interesante de ver, de analizar, con alguna secuencia magnífica, como el asalto de los dos asesinos a la casa de la pareja que forman Medina Senghore y Jon Bernthal. Taylor Sheridan es autor de guiones estupendos ("Comanchería", "Sicario") y ha dirigido películas magníficas ("Wind River"), donde la naturaleza cobra siempre protagonismo, una naturaleza que no tiene piedad con buenos ni malos, purificadora pero implacable. En algún lugar de "Aquellos que desean mi muerte" había una gran película que, intuyo, ha quedado oculta por el humo y las llamas de algún fuego creativo y/o de producción también implacable.

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