Pocas canciones desprenden ese
halo a grandeza decadente, erotismo asfixiante y calor sensual y desesperado
como “Fever”. Y es un acierto espectacular el uso que se hace de ella en la
magnífica secuencia de créditos que abre la película “El demonio bajo la piel”,
la adaptación que Michael Winterbottom y John Curran llevan a cabo a partir de
una de las joyas de ese majestuoso creador de novela negra llamado Jim
Thompson.
Así empieza The Killer Inside Me, haciendo imposible no dejarse atrapar por la turbiedad de una película perversa y atractiva.
Billy Boy Walker: You said you didn't want anyone else to get hurt. You meant it?
Lou Ford: I meant it. Can't somebody who's already dead.
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