Fernando Fernán-Gómez, el
director de la recuperada “El mundo sigue”, por fin en salas comerciales cincuenta años después su fugaz y efímero estreno, opta por una secuencia de
arranque que, en cierto modo, anticipa lo que va a suceder durante los
siguiente ciento quince minutos de proyección: a través de una serie de planos
generales contemplamos cómo una señora mayor camina de manera trabajosa por las
calles del barrio, con dificultad, con un evidente agotamiento que, intuimos,
quizá no sea sólo producto de la edad; pronto comprendemos,
efectivamente, que ese cansancio procede, sobre todo, del originado por la
rivalidad y odio irreconciliable que existe entre sus dos hijas, a las que dan
vida Lina Canalejas y Gemma Cuervo, núcleo de la historia coral que encontramos
en esta brillante obra, sin duda el mejor estreno del verano dos mil quince en
pantallas españolas.
De
una actualidad sobrecogedora, siniestra, y con un tramo final más próximo al
cine noir que al drama con toques de
humor negro, la película se revela como una de las grandes cintas del cine
español y, desde luego, uno de los picos en la carrera de Fernán-Gómez.
Despiadada y mordaz, esboza secuencias de crítica social memorable, hace
tambalear los pilares intocables establecidos en la época y se atreve con un
final apocalíptico que cierra de manera extraordinaria un discurso que más parece
una bofetada, un ajusticiamiento a los estamentos del momento, y todo,
paradójicamente, de una hiriente cercanía.
Las
personalidad de las dos hermanas, los caminos opuestos elegidos, dan
lugar a escenas de diferente calado que giran en torno a los modos y actitudes
que una y otra adoptan frente a los obstáculos que se les presentan en las
sociedad española de principios de los sesenta. Reconocemos en breves papeles
secundarios, entre otros, al gran José María Cafarell, una jovencísima Pilar
Bardem, el siempre elegante Fernando Guillén o un memorable Agustín González
que, aquí como crítico teatral solitario al que se le ha escapado para siempre
el amor de su vida, aparece en una brillantísima escena donde su jefe le recrimina una
mala crítica realizada y le advierte de la vigencia de una máxima: “Los hijos
de los Señores Consejeros, los familiares de los Señores Consejeros, los amigos
de los Señores Consejeros son siempre gente de muchísimo talento…”.
Sorprenden,
en materia de puesta en escena, aciertos de indudable modernidad: el montaje
acelerado y paralelo que muestra al personaje de Gemma Cuervo subir las
escaleras del domicilio familiar en el momento actual y cuando era una niña;
esa voz intrusiva que muestra los pensamientos de algunos de los personajes;
los grandes primeros planos que acompañan en el tramo final al personaje que interpreta
brillantemente Fernando Fernán-Gómez y que parecen querer bucear en su
creciente locura o algunos flashbacks que explican y establecen paralelismos, ofreciendo al espectador una lectura más completa de las historias que convergen.
Es
“El mundo sigue” una película que ahonda en la miseria y tristeza de la
condición humana, en la avaricia, la envidia, el rencor, la soledad o la
inevitabilidad de nuestros actos, sus consecuencias y el final oscuro y
terrible al que parecemos abocados.
Todos
los personajes son memorables en la película: las hermanas, por supuesto,
siempre enfrentadas; el hermano, con su filiación religiosa; los padres, que
cambian rápidamente de opinión sobre la honorabilidad de sus hijos dependiendo
de ciertos aspectos poco románticos; los imprescindibles secundarios, cada uno
principal y brillando en su propia historia, y, por supuesto, Fernando
Fernán-Gómez, que ocupa el tramo final de la película, donde la propia
patología del personaje que interpreta se desarrolla en su máxima expresión.
Tuvimos
ocasión de verla el pasado viernes 17 de julio en el Avenida 5 Cines de
Sevilla, en la única sesión diaria programada, con la sala casi llena. Una
absoluta gozada. Un acontecimiento. Una película que requiere la atención del
espectador. Un motivo de peso para ir a las salas.
Eso
sí, sólo hemos tardado cincuenta y dos años en restaurar y estrenar una de las
grandes obras maestras de nuestro cine. Mejor tarde que nunca. ¿A qué esperan
para verla?
EL
MUNDO SIGUE (1963 / España
/ Drama / Blanco y negro / 115 minutos)
Director Fernando Fernán Gómez
Guión Fernando Fernán Gómez
(Novela: Juan Antonio Zunzunegui)
Música Daniel J. White
Fotografía Emilio Foriscot
Reparto Lina Canalejas,
Fernando Fernán Gómez, Gemma Cuervo, Milagros Leal, Francisco Pierrá, Agustín
González, José Morales, José Calvo, Fernando Guillén, María Luisa Ponte,
Jacinto San Emeterio, Pilar Bardem, José María Caffarel