(continuamos con la miniserie...)
DRÁCULA (Terence Fisher, 1957)
Sin duda la
adaptación más fiel a la inmortal obra de Bram Stoker, el “Drácula” construido
por Jimmy Sangster y Terence Fisher respeta y potencia varios de los pilares
sobre los que se sustenta la novela original, desde la aparición mínima del
personaje que da título a la historia —aunque su presencia se mantenga flotando
en el ambiente desde el inquietante principio al eléctrico final— hasta la personificación
heroica de un Van Helsing que se erige en la principal fuerza luminosa en
tiempos oscuros.
Con rasgos que serían
marca de la productora Hammer en sucesivas películas, como esa ambientación
característica, la violencia sangrienta o el erotismo sugerido a través de
estimulantes vampiras, esta película se distancia claramente de las
adaptaciones previas de la novela, apostando por un producto más explícito y
salvaje. Aun así, es también justo destacar la capacidad de sugerir a partir de
imágenes de gran belleza, como esa puerta abierta que da al exterior de la
habitación, tal vez una pequeña terraza, que se recorta en la noche, y en la
que tememos la aparición inminente del conde Drácula dispuesto a saciar su sed
nocturna.
Pero, desde luego,
esta adaptación es sobre todo recordada por las brillantes interpretaciones de
Peter Cushing como Van Helsing y Christopher Lee como Drácula, en papeles que
repetirían años después en diferentes secuelas (por separado los encontramos en
las también magníficas “Las novias de Drácula” y “Drácula, príncipe de las
tinieblas”), el bien y el mal en un enfrentamiento continuo que se extendería a
otras sagas dentro de la misma productora Hammer.
Finalmente, resaltar
la habilidad narrativa de Terence Fisher, probablemente uno de los más grandes
directores de género, capaz de dar en la década de los 50 y 60 una visión
renovada de los clásicos mitos terroríficos de la Universal de los años 30 y
40, consciente de la necesidad de adaptarlos a los nuevos tiempos pero sin
traicionar sus orígenes. Con varias obras maestras en su filmografía, “Drácula" se mantiene no sólo como una de las grandes
películas de la Hammer, sino como uno de los grandes títulos del terror, y,
como ya se apuntaba al principio, la mejor adaptación de la novela de Bram
Stoker.
TO BE CONTINUED…
©José Luis Ordóñez
(texto), octubre 2012
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